En estado gaseoso

A bote pronto y sin tirar de hemeroteca, una empieza a dudar de que haya materia para un pleno extraordinario

Una se despierta por la mañana y oye que habrá un pleno extraordinario para hablar del "estado de la ciudad". Y una, que es optimista y demócrata convencida piensa: bien, esa es una buena propuesta. Luego, en los siguientes diez minutos, una, que está interesada en el devenir de la ciudad y en las acciones municipales, pasa lista mentalmente de qué ha hecho el equipo que gobierna el Ayuntamiento desde junio de 2019 hasta hoy. Porque de eso es de lo que van a hablar en ese pleno extraordinario. Se supone.

Así, a bote pronto y sin tirar de hemeroteca, una empieza a dudar de que haya materia para un pleno. Un ayuntamiento que renunció (RENUNCIÓ) a nueve millones de euros de Europa solicitados por la corporación anterior. Un ayuntamiento que, durante los tres meses largos de cuarentena, mantuvo todos los servicios municipales bajo mínimos, incluidos los servicios sociales comunitarios. Un ayuntamiento que no ha presentado proyectos a los fondos Next Generation, a diferencia de todas las otras capitales de provincia andaluzas. Un ayuntamiento que ha ignorado y hasta mentido al sector de la hostelería y del pequeño comercio de la ciudad. Un ayuntamiento que quiere deshacerse de las escuelas infantiles municipales. Un ayuntamiento que no pelea ni por el tren para Granada, ni por el Parque de lasCiencias, ni por la Escuela Andaluza de Salud Pública. No parece, tras ese breve repaso, que el equipo de gobierno pueda sacar pecho de su no-gestión…

Es más bien la oposición la que, en Granada, está dando la talla. Por ejemplo: pidiendo de forma unánime que se inicien los trabajos para elaborar los presupuestos que la ciudad necesita en este duro año 2021. Es más bien el PSOE quien presenta iniciativas que corresponderían a quienes gobiernan: 60 propuestas para los Next Generation, iniciativas concretas (con presupuesto incluido) para ayudar a las familias más vulnerables, al pequeño comercio y al sector autónomo. Es más bien Paco Cuenca el interlocutor de muchos colectivos ciudadanos que necesitan, de forma urgente, soluciones a sus problemas.

Otra vez, en este pleno extraordinario, se ha evidenciado lo que llevamos año y medio sufriendo: no hay proyecto de ciudad, no hay interés en la gestión, no hay capacidad de buen gobierno. Hasta los propios socios que apoyan al actual alcalde parecen dudar ya de su competencia y muestran, de forma más o menos explícita, sus discrepancias.

El estado de la ciudad es, ahora mismo, deplorable. Más cerca del estado gaseoso que del futuro al que deberíamos aspirar.

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