Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Un nuevo mundo

Reza y calla Garnata, continúa dormida y sumisa, y obedece a los dioses

Nuestra amantísima Andalucía y su Junta tienen una leyenda. Una leyenda con origen en el gran acontecimiento planetario de su sublime nacimiento como autonomía.

El 28-F de 1980 nació un nuevo mundo. Un mundo superior, jamás conocido anteriormente, el supremo mundo andaluz, que se hizo autónomo con ardides contrarios al mundo legal conocido, pero, aunque hubo protestas de humanos, los dioses tahúres triunfaron, y ese nuevo mundo, no querido por muchos, comenzó su ilegítima andadura.

Gobernado desde los cielos blanquiverdes por el dios Infante, flanqueado por leones y columnas, como si del mismísimo Hércules, hijo de Zeus, se tratara, les prometió tierra y libertad a humanos diversos, de territorios dispares, obviando sus deseos y voluntades.

Pero la leyenda de Andalucía nació, y en su mundo humano han regido dioses menores, desde el dios Plácido, hasta el dios Oscuro, pasando por el Escudero, el Borbollante, el Gran Testa y el Gruñón, sin olvidar a la diosa Hosanna, y siempre todos han alabado a su olímpico dios supremo.

Ellos han colmado de dádivas y parabienes a sus hijas Híspalis y Malaka, y han condenado al ostracismo a otros de sus hijos, como a Garnata, apartada por sus padres semi celestes, por bella, por rebelarse contra su hermana Híspalis, favorita de los dioses, y por querer huir del Olimpo andaluz para ser libre.

Pérfida Garnata, ¿cómo has osado alzarte contra el dios supremo Infante, sus semi dioses y su hija preditecta? Ingrata, ¿por qué blasfemas contra el Olimpo andaluz y su nuevo mundo, ese que sólo nos ha traído paz y esperanza, tierra y libertad?

Un paraíso nos ha prometido el supremo Infante a los hombres de luz, y su furia extenderá a quienes no veneren su excelsa creación. Rayos de escasez, pobreza y olvido lanzará sobre quienes osen negarles.

¿Dónde vas perversa Garnata, dónde vas triste de ti? Fuera del nuevo mundo andaluz no serás nadie, fuera de su Olimpo sólo encontrarás desprecio, desdichas e infortunios.

No desates más la ira del Olimpo y sus divinidades, si así lo haces, la desgracia será tu único compañero de viaje.

Reza el himno de Andalucía a sus altísimos dioses para redimir tus mortales pecados. Reza y calla Garnata, continúa dormida y sumisa, y obedece a los dioses.

Aleluya, aleluya, amantísimo Infante, en vos y en vuestro nuevo mundo andaluz confiamos los granadinos de bien. Trae el sol a nuestra tierra, que a los granadinos, alma de granadinos nos diste. Sólo nos has traído riquezas y prosperidad con andaluza generosidad. Líbranos desde tu supremo Olimpo de las blasfemias de Garnata y recondúcela por la senda del bien andaluz.

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