Nutrición y Bienestar

¿Son comestibles las pieles que cubren los embutidos?

Un fuet con varias rodajas cortadas

Un fuet con varias rodajas cortadas

Chorizo, salchichón, morcillas, son algunos ejemplos de los embutidos, los alimentos que, como explica claramente la RAE, está formado por una "tripa rellena de diversos ingredientes". La tripa, es lo que se popularmente se conoce también como la 'piel' que cubre los embutidos, pero ¿puede consumirse?

Dependerá del tipo de piel

Aunque tradicionalmente la piel usada para los embutidos eran tripas naturales, hoy también pueden encontrarse tripas sintéticas con las que se elaboran los embutidos. Por ello, si se puede o no comer las pieles dependerá del tipo de tripa que se haya usado.

El tipo de piel puede encontrarse en el etiquetado, ya que mientras la Norma de Calidad de los derivados cárnicos establece que las tripas naturales han de incluirse en la lista de ingredientes; el reglamento 1169/2011 obliga a indicar si el embutido está envuelto en productos que no son aptos para consumo, también en su etiqueta.

Las tripas naturales son productos de origen animal, procedentes como su nombre indica de las tripas de un animal (como cerdo, oveja o carne de res, entre otros). Se trata de productos aptos para el consumo humano y que la decisión de comerlos o no dependerá de una cuestión de gustos personales, más que de un potencial daño a la salud.

Por otra parte, como explican desde el medio Directo al Paladar, las tripas artificiales pueden ser de colágeno, celulosa y plástico. La primera de ellas es el colágeno, que es el tipo de tripa artificial más parecida a la natural y también de origen animal. Mientras, la celulosa suele usarse en la producción de embutidos como las salchichas cocidas, aunque habitualmente son despojadas de esta tripa artificial en algún punto de la producción, por lo que no suele llegar a las tiendas. Finalmente, se usan también pieles de plástico, que destacan por "su resistencia en la embutición, en el clipado y en la cocción", además son impermeables y evitan pérdidas de agua y la entrada de gases. 

En el caso de las pieles sintéticas, se recomienda retirarlas ya que las tripas sintéticas de celulosa y plástico no están pensadas para ser consumidas. Sin embargo, si en algún momento se ingiere un poco por error, no tendrá un impacto negativo en la salud del consumidor. Y ante la duda, el etiquetado debe indicar qué tipo de piel se ha usado para elaborar el producto y si puede o no consumirse.

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