Patrimonio cofrade

La Virgen de la Victoria saldrá el Domingo de Ramos sin su techo de palio

  • La Hermandad de la Santa Cena afronta la conservación de los bordados en el taller de Julio Alcaraz

  • El restaurador granadino aplicará criterios científicos en la intervención del textil

La Virgen de la Victoria saldrá el Domingo de Ramos sin su techo de palio

La Virgen de la Victoria saldrá el Domingo de Ramos sin su techo de palio / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

La Hermandad de la Santa Cena afronta la celebración del primer centenario de la corporación y, con ello, busca también la conservación de las grandes piezas del patrimonio que atesora. Un hecho que ha llevado a la cofradía realejeña a iniciar la restauración del paso de palio de la Virgen de la Victoria, aprovechando los fondos liberados por la Junta de Andalucía dentro del programa de Restauración de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso en Andalucía.

Para la restauración, la hermandad cuenta ya con el trabajo de del restaurador Julio Alcaraz quien ya ha iniciado los trabajos de limpieza y consolidación textil del paso de palio. Algo que ha llevado a determinar que esta parte del paso no podrá ser utilizada en la estación de penitencia del próximo Domingo de Ramos, debiendo de ser sustituido por un techo en damasco liso. Si bien la hermandad ha aclarado que las bambalinas sí formarán parte del exorno que acompaña a la Virgen de la Victoria. 

Según ha informado Julio Alcaraz, "hemos empezado ya a limpiar los bordados y el soporte de damasco, y el trabajo está avanzando bien. Es un proceso mucho más delicado que el que se hace sobre el bordado en hilo de oro ya que no podemos utilizar ningún tipo de disolvente, ya que esto podría destrozar la fibra proteica del material". Para ello, y utilizando técnicas de vanguardia en el campo de la restauración científica, "estamos utilizando una humectación controlada y también microaspiración. Es posible que en la parte del soporte, también se haga una limpieza mediante geles, para quitar las manchas de humedad, pero estamos todavía haciendo pruebas". 

Alcaraz, que ya venido trabajando durante tres años en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), señala la importancia de aplicar métodos y criterios científicos en la intervención del paso de palio de la Virgen de la Victoria. "Seguramente sea una de las primeras veces que se aplican este tipo de técnicas al patrimonio cofrade de Granada, y donde lo que prima es el respeto a los materiales originales, conservándolos y protegiéndolos, sin criterios agresivos como suele ser la sustitución o el pasado de los bordados, como muchas veces se hace con el bordado de realce".

Proceso de limpieza y conservación del palio de la Virgen de la Victoria Proceso de limpieza y conservación del palio de la Virgen de la Victoria

Proceso de limpieza y conservación del palio de la Virgen de la Victoria / Julio Alcaraz (Granada)

El restaurador granadino señala la importancia del paso de palio de la Hermandad de la Santa Cena, como una de las piezas más reconocibles y distintivas de la Semana Santa de Granada. E igualmente, vela por seguir recorriendo en esta senda de conciencia patrimonial ya que "el patrimonio textil es algo muy exclusivo y no un elemento únicamente decorativo. Son obras de arte, como la escultura y la pintura, y deben ser valoradas por igual, y aplicarles criterios de restauración y conservación similares".

Devolviendo la luz a un crucificado olvidado

Junto con el paso de palio de la Virgen de la Victoria, en el taller de Julio Alcaraz descansan también otras obras de arte, joyas del patrimonio granadino. Entre las piezas que destacan está el crucificado renacentista que preside el convento de las clarisas de la Encarnación. Una imagen portentosa que se ha venido atribuyendo a Diego de Siloé y cuya restauración se afronta, también, con los fondos públicos de la Junta de Andalucía.

El crucificado de la Encarnación, atribuido a Siloé, durante su restauración El crucificado de la Encarnación, atribuido a Siloé, durante su restauración

El crucificado de la Encarnación, atribuido a Siloé, durante su restauración / Julio Alcaraz (Granada)

Según ha informado Alcaraz, la intervención de esta talla se está basando en eliminar los repintes que s ehicieron en el siglo XX y consolidar la policromía original que subyace: "Los análisis y las radiografías que se han hecho, han dejado ver cómo el crucificado conserva prácticamente toda su policromía original y que podemos datar entre 1528 y 1540". Estudios técnicos que, a falta de más resultados y de la comparación estilística, llevarían a confirmar la atribución a Diego de Siloé: "por las características morfológicas, los pigmentos que aparecen y el soporte, en madera de nogal, podríamos decir casi al 95% que es de Siloé, por su conexión con el Cristo del Perdón o el Cristo de las Injurias, de la Catedral de Zamora".

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