Granada

El Castillo de La Calahorra

Al viajar desde Guadix por la A-92 a Almería para llegar a algunos pueblos alpujarreños, por la antigua carretera, por la carretera de las curvas, hay un monumento que llama la atención desde muy lejos a cualquier forastero que no lo conoce. En lo más alto, en una situación privilegiada del Marquesado del Zenete, está el castillo de La Calahorra. Un palacio por el que los niños, mientras se aproximan en el coche, preguntan a sus padres qué rey vive en él y se quedan impresionados conforme se aproximan. Y a los mayores también les impresiona su estado de conservación y grandeza arquitectónica.

En este año 2012 cumple 500 años de su construcción y el majestuoso Castillo de La Calahorra se conserva casi intacto, siendo en los últimos años escenario de películas como Tirant lo Blanc, de Vicente Aranda. Se trata de unos de los principales valores del primer Renacimiento italiano en el país y bien estaría que, aprovechando esta importante efeméride, a quien le competa tomara cartas en el asunto y apostara por impulsar turísticamente esta pieza irrepetible. Es un atractivo único turístico a nivel andaluz y de eso se da cuenta uno contemplando las fotografías de este reportaje. Comenzó a construirse en el año 1509 y, a principios de septiembre de 1512, se llegó al remate de la obra con una fuente de mármol traída desde Italia para el centro del patio.

El castillo de La Calahorra está levantado sobre la única colina que al pie de Sierra Nevada domina el extenso llano del Marquesado del Zenete. Una situación privilegiada sin ninguna duda, enmarcada en un entorno de una gran belleza también. A pesar de su gran magnitud, el castillo-palacio fue construido en tan solo tres años, entre 1509 y 1512. Eso no fue inconveniente para que se convirtiera en un referente y conformara una revolución en la arquitectura española de su época, al ser la primera obra edificada en la Península Ibérica en estilo renacentista, que por entonces ya se imponía en Italia. También marcó el abandono de la estética gótica imperante en casi toda Europa por entonces.

El castillo, situado en el municipio del mismo nombre, fue declarado monumento nacional. El castillo-lacio pertenece a la Casa del Duque del Infantado y, aunque se mantienen sus espacios, no estaría de más una mayor atención. Según explican desde el Patronato de Turismo, aunque es de propiedad privada, su interior se puede visitar. Eso sí, avisan de que "no sin dificultad y hay que solicitar cita previamente a un encargado que los propietarios tienen en el pueblo de La Calahorra".

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