Sucesos

Detenida en Granada por quedarse un bolso con 3.000 euros olvidado en la cafetería en la que trabajaba

  • La propietaria preguntó y la trabajadora aseguró que no sabía nada y que las cámaras de seguridad no funcionaban

Imagen de archivo de un furgón policial.

Imagen de archivo de un furgón policial. / E. P.

Se olvidó el bolso con una gran cantidad de dinero en su interior en una cafetería de Granada. Volvió al local para preguntar por él pero la trabajadora le dijo que no sabía nada y que las cámaras de seguridad no funcionaban. Sin embargo, lo ocurrido fue que esa misma trabajadora se había apropiado del bolso en cuyo interior había más de 3.000 euros en efectivo. Por estos hechos, la empleada, de 23 años y de nacionalidad española contra la que no existen antecedentes policiales, ha sido detenida por la Policía Nacional.

Un bolso olvidado en una cafetería

La propietaria del bolso, una empresaria con varios negocios en la ciudad, estuvo tomando una bebida caliente en una de las mesas de una cafetería contigua a una estación de servicio, en el momento de ir a pagar su consumición olvidó en una de las sillas un bolso de su propiedad y de una prestigiosa marca de moda que contenía más de 3.000 euros en efectivo, documentación personal propia y relativa a su familia y una cartilla bancaria.

Una vez abandonado el establecimiento y ya en la carretera la empresaria tuvo conciencia de haber dejado el bolso olvidado sobre la silla por lo que decidió volver rápidamente al local para recuperarlo. Una vez allí preguntó a la trabajadora por el objeto perdido manifestando esta última que no había visto nada y que si aparecía se lo guardaría.

Igualmente fue preguntada por la existencia de cámaras de videovigilancia, ya que pudo ver la placa que indica encontrarse en una zona con cámaras, que hubieran podido grabar lo sucedido durante el intervalo de tiempo que medió entre la salida de la cafetería y la vuelta tras percatarse del olvido, a lo que contestó que no funcionaban.

El desarrollo real de los hechos

La investigación policial levada a cabo consiguió desmentir el relato de los hechos contados por la presunta autora del hurto, quien en todo momento aseguró no tener nada que ver con la desaparición del bolso.

A pesar de que efectivamente las cámaras del interior de la cafetería no funcionaban los agentes demostraron que fue ella quien se apropió del objeto olvidado, ocultando su acción a sus propias compañeras, para posteriormente deshacerse del bolso y del resto del contenido del mismo para evitar que estos objetos pudieran incriminarla, quedándose únicamente con el dinero en metálico.

Tras la detención la presunta autora admitió los hechos y entregó a la policía la mayor parte del dinero sustraído, el cual fue entregado por los agentes, a su vez, a su legítima propietaria.

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