Granada

El acusado del incendio de Órgiva trata de culpar a unos hippies de causar el fuego

  • Un testigo asegura en el jucio que lo vio dos veces merodear por la zona en llamas

Casi todos los incendios de Órgiva que se atribuyen a A.V.R., un lugareño que se sienta en el banquillo de los acusados esta semana en la Audiencia Provincial de Granada, se declararon en las tierras que sus padres poseen en la Alpujarra, en un lugar conocido como finca de las Alberquillas. Próximo a ella se encuentra el paraje del Beneficio, donde se asienta una comuna de hippies desde hace diez años. Según el acusado, éstos suelen realizar hogueras para calentarse. Además, hay otros vecinos de la zona que queman rastrojos.

Con estos dos argumentos trató ayer de exculparse A.V.R., que negó en todo momento ser el responsable de los cuatro incendios que se le imputan, todos ellos declarados entre noviembre de 2002 y abril de 2003 en una zona ubicada dentro del Parque Natural de Sierra Nevada. De ahí el duro castigo que pide la Fiscalía: 12 años de prisión.

A.V.R. aseguró que él no querría nunca quemar las tierras que pertenecen a su familia, que tienen una superficie equivalente a cinco campos de fútbol y a las que "subía casi todos los días" para realizar labores de pastoreo y otros trabajos propios del campo. "Yo siempre he colaborado en apagar los fuegos", declaró airado.

El acusado, que tiene 32 años, reconoció que es "raro" que uno de los incendios que se le atribuyen tuviera once focos distintos, si bien, como agregó, en el campo "se caen muchas hojas y el viento las mueve".

El hombre, que insistió en su inocencia, llegó incluso a aseverar que de uno de los fuegos se enteró porque "vio el humo".

Frente a la dura petición fiscal, la defensa de A.V.R. solicita la libre absolución, pues sostiene que no existe ninguna prueba contra él. Es más, al inicio de la vista, ante el jurado popular que habrá de decidir si es culpable o no, afirmó que la imputación de su defendido se debe "a rumores del pueblo" y sólo a "testigos de referencia", pues "no existe prueba alguna con la entidad suficiente para desvirtuar su derecho a la presunción de inocencia".

Ayer también testificó un agente de Medio Ambiente de Órgiva, interino en aquellas fechas, que acudió a los puntos donde se originaron las llamas en los fuegos que se atribuyen al acusado. El testigo aseguró que al menos en dos ocasiones vio al acusado junto al fuego.

El fiscal, por su parte, quiso dejar claro a los miembros del jurado que un incendio "no sólo ocasiona daño al medio ambiente, sino que se pueden generar otros peligros" cuando acuden personas a apagarlo.

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