Insisten en convertir la situación que vivimos en atención primaria en un acomodo de espurios intereses electorales, por más que la tozuda narración de la verdad desmienta el brebaje propagandístico con el que nos convidan a votarlos. Lleva tan mala digestión el PSOE de aquel período de protesta en la calle con Spiriman de conductor de la queja que ansían revancha contra Juanma. A Susana Díaz, aquella movilización de Justicia Por La Sanidad contra su “joya de la corona” le resultó chocante. No estaban acostumbrados a sufrir ese nivel masivo y constante de andaluces cabreados con el partido hegemónico, que, en materia sanitaria, no acompañaba los hechos con las palabras. Hoy, hasta UGT ha sido llamada a rebato para la causa espadista y ha despertado del largo sueño que durmiera cuando su partido madre gobernó.

Nadie puede negar cómo encontró el actual Gobierno Andaluz el sistema de salud, consecuencia de importantes recortes del socialismo gobernante en la última década, que nos llevó a ser la Comunidad con menor inversión per cápita en sanidad. Se perdieron casi 8.000 sanitarios en la última legislatura del susanismo. Los profesionales eran los peor remunerados del conjunto nacional y con una tasa de temporalidad y desigualdades que provocó una fuga de batas blancas que aún hoy se sufre. Las listas de espera tanto para especialista como quirúrgicas, eran inasumibles por su envergadura. El PSOE optó por esconder la necesidad de medio millón de andaluces en los cajones antes de mostrar la verdadera situación. El PP prefirió un plan de choque.

La campaña que se avecina está sacando la peor versión del desesperado PSOE del espadachín sanchista Juan Espadas, capaz de cualquier cosa para intentar que el poder autonómico perdido por su partido le regrese, aunque sea a costa de la verdad. Hoy, como parte de la estrategia para recuperar San Telmo, el PSOE y sus satélites, entre los que sorprende ver a Vox de necesaria muleta de las izquierdas, pasa por convencernos a los andaluces no tanto de que la sanidad anda mal en Andalucía, sino de que con ellos iría mucho mejor. El problema que tienen es que su falta de credibilidad les derrota ya de entrada. Y la realidad incontestable también.

Las dificultades presupuestarias impiden una solución sencilla del colapso. Más aún si el trío de las Cinco Llagas, PSOE-UP-VOX, impide a PP-C´s aprobar las partidas para intentar resolver el problema. Lo políticamente correcto sería empezar por ahí.