Acta non verba

Curro Ledesma

rfledesma@economistas.org

Arrimar el hombro, que no el codo

Un gobierno de concentración hasta las próximas elecciones municipales de 2023

En una semana donde hemos conocido que el Ayuntamiento de Granada tiene que cuadrar cuarenta millones de euros para el presupuesto 2021, me viene a la memoria ese día de los Santos Inocentes de 2015 en la Casa Consistorial. Se asistía al resultado de una larga e intensa negociación. En aquel momento miramos por encima de los árboles y pudimos ver más allá del bosque. Lo que primó fue Granada y los granadinos. Esa altura de miras fue lo que permitió por aquel entonces, que el Partido Popular pudiera sacar adelante las ordenanzas fiscales para 2016 con el apoyo de PSOE e IU. ¡Inédito! Aunque suene a inocentada, no lo fue. Era una nueva forma de hacer política en la ciudad derivada de la pérdida de la mayoría absoluta que ostentó la derecha granadina durante tres mandatos.

Sin posturas de fuerza y con un marcado carácter "pro social", la reflexión y la inflexión llegaba al salón de plenos de la Casa Bailía. Un claro ejemplo de cómo los partidos supimos anteponer el interés general de nuestros vecinos por encima de las cuestiones partidistas.

Del decálogo que firmamos las tres formaciones políticas, el eje central fue el IBI social, un impuesto que fuera más cercano a la realidad económica granadina y que permitiera el acceso a las familias sin ingresos con un descuento del 90% frente al 10% de bonificación que había en aquel momento. También se introdujeron elementos vitales como la tasa de basura, la de terrazas, revisión del callejero fiscal, entre otros. En definitiva, la estructura de ingresos del Ayuntamiento. Todo un éxito social, fruto del entendimiento entre la derecha y la izquierda granadina.

Si en aquel momento fuimos capaces de darnos la mano, que no el codo, ¿qué ocurre ahora? ¿Hemos caído en la pasividad y la relajación? La única forma de salir de este "estado catatónico" es hacerlo trabajando de forma conjunta, en ello nos va el futuro que podamos ofrecerle a los granadinos. Ahora más que nunca es necesario un gran pacto político por y para Granada. Un gobierno de concentración hasta las próximas elecciones municipales de 2023. La vida son gestos y con pequeños guiños políticos podremos ir cambiando la desafección política ya instaurada. La próxima reunión para abordar los presupuestos municipales es el 18 de marzo, los granadinos esperamos hechos, no palabras.

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