Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

El Ayuntamuerto

¿Fuentes del despilfarro? ¿Lugares dónde poner orden? No es necesario estar en las tripas municipales para detectarlos

Tiempo! El Estado pondrá orden en el Ayuntamiento si la Corporación no presenta en siete días el plan de saneamiento que ha sido incapaz de elaborar en doce meses. La intervención de Hacienda supondría la confirmación del fracaso absoluto de la política y muy especialmente de los dos partidos, PSOE y PP, que se han repartido el poder a lo largo de cuatro décadas. La oscura, desatinada y casposa gestión de Pepe Torres y su equipo han arruinado por completo a la institución, pero las causas del desastre son remotas. Un alcalde, cuyo nombre reservo por respeto a la ley de confidencialidad periodística, me aclaró hace años cómo funciona esto. Los sindicatos, entonces potentes, exigían una subida de sueldos de un colectivo que él consideraba desmesurada y se negaba a conceder. El alcalde consultó al concejal delegado de Personal, quien, tras una dilatada discusión, lo miró a los ojos y dijo: "¿Lo vas a pagar tú? ¿Vas a heredar el Ayuntamiento? ¡Quien venga detrás que arree!". Poco después de aquello las cuentas eran insostenibles y yo firmé en otro periódico un artículo titulado como éste: El Ayuntamuerto. La agonía ha durado lustros. Los mismos durante los cuales se ha prolongado la carrera política del delegado de Personal en puestos cada vez mejor remunerados.

Uno tras otro, los distintos equipos de Gobierno han ido posponiendo y agrandando el peso de la deuda con la mentalidad del arriero… hasta que han reventado a las mulas. Entonces llegó Cuenca, un chico joven con unas maneras muy viejas de hacer política, que ha confundido la Alcaldía con una pasarela y está convirtiendo el mandato en un casting fotográfico. El alcalde ha pasado el tiempo mañaneando, evitando tomar cualquier decisión por temor a equivocarse. Y así nos encontramos: sin un diagnóstico, sin un modelo, sin un presupuesto, sin ningún dinero y sin otra idea que la de disparar de manera bárbara los impuestos. Pero hay soluciones. ¿Fuentes del despilfarro? ¿Lugares dónde poner orden? ¿Servicios a renegociar o revertir? No es necesario estar en las tripas municipales para detectarlos. Van algunas palabras clave: TG7, propaganda, Fitures, fiestas, subvenciones, cofradías, mamandurrias, enchufes, edificios, Centro Lorca, Policía municipal, Emasagra, Emucesa, Rober, servicios metropolitanos… Los grupos pueden asumir la responsabilidad y presentar con urgencia un plan destinado a detener la gangrena. O Hacienda cortará por lo sano.

P.D. Ya conocemos la respuesta a la pregunta de aquel concejal rumboso, ya sabemos quién va a pagar los excesos cometidos durante años: ¡Usted!

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