La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

1+22

Tragar con que una parte del gobierno de España participe en una manifestación a favor de los presos etarras, parece demasiado

Antes se hacía tras una audiencia con el Rey. Ahora es en rueda de prensa sin plasma pero sin preguntas, donde el Presidente anuncia que España ya tiene un apaño progre llamado Gobierno, con las mismas vicepresidencias que Bulgaria o Eslovaquia. 1 presidente y 22 ministerios vigilarán nuestra vida desde ya, frente a los 16 que tienen en Francia o los 15 de Alemania. Sánchez quiere ser más que Merkel o Macron.

2.000.000 de euros de coste anual, a lo que hay que añadir el incremento de salarios del personal de segundo nivel, que aumenta de manera directamente proporcional a las necesidades salariales de tanto militante desasido de brocha y sin andamio desde el que pintar algo. Que salga caro o no debería valorarse, más que en términos de gasto, que también, según el coste que este experimento Frankestein tenga para la convivencia entre españoles. Y ese precio aún está por concretarse.

Con la excusa del odio exacerbado a la derecha como justificante, los votantes de izquierdas se van a tragar todo lo que hagan Pedro y Pablo, aunque ello no sea lo más adecuado a la decencia. Y tampoco es eso, oiga. Por ser de los suyos, no deberían permitir que aprovechen las vehemencias militantes más apasionadas para disimular sus miserables acechos a la unidad territorial o injustas invasiones al presupuesto que financiamos quienes pagamos impuestos.

"Hay muchos ciegos que serán leales a lo que hagáis, aunque nos traicionéis, porque sólo ven las siglas", escribió Pilar Ruiz, madre del policía vasco Joseba Pagazaurtundua, asesinado por ETA. Y añadió: "... haréis cosas que nos helarán la sangre". En ello está Sánchez.

La política parece demasiadas veces un partido de unos forofos contra otros. Pero soportar con normalidad desusada, como si tal cosa, la entrega total de Sánchez al independentismo es impropio de militantes que han sufrido el supremacista desdén de quienes hoy pactan por puro interés personal o partidario. Aguantar que los verdugos de tus propios compañeros se jacten de su importancia para permitir el gobierno de Mentiránchez, y que humillen con silencio y olvido el dolor que supuso regar con sangre amiga las ambiciones de sus metralletas, no deberían asumirlo con un simple "ETA no existe". Tanta humillación, más que de izquierdas parece un vergonzante peaje.

1+22. Sí. Pero tragar con que una parte del gobierno de España participe en una manifestación a favor de los presos etarras, parece demasiado, algo jamás visto hasta hoy en nuestra democracia.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios