Imágenes de un 2021

Calviño definía este curso como año pleno de cambios. ¿Serán para bien o para destrozar nuestros sistemas de derechos y libertades?

Inundado de preguntas, el 2021 comienza cuestionando hasta nuestra propia racionalidad. Nadie en su sano juicio hubiera pensado que en 2020 un virus iba a hacer claudicar nuestra evolución. Pero, ¿quién hubiera imaginado que en 2021 veríamos a un presidente estadounidense coadyuvando para que masas enfervorecidas atacaran un parlamento en un país que (hasta ahora) se alineaba entre los no bananeros?

A estas alturas de día habremos podido despertar del mal sueño que nos tocó ser históricos testigos, más con vergüenza y sonrojo que otra cosa. Si Alexis de Tocqueville volviera la cabeza y viera en qué quedaron los principios sobre los que decían descansar las constituciones norteamericanas; si viera en qué se redujeron aquellos principios de orden, ponderación de poderes, libertad verdadera, respeto sincero y profundo del derecho que defendía… Desde ayer la nueva estatua de la Libertad es un señor mal vestido de troglodita. Los touroperadores americanos se frotarán las manos cada vez que recuerden a los turistas un capitolio tomado por una turba de cavernícolas…

Dicho esto, deberían hacérselo mirar aquéllos que aprovechan la ocasión para diezmar la legitimidad de la derecha o los arrebatos estalinistas de la izquierda. Ayer no asistimos a un proceso de legitimidad, sino de estricta legalidad. Ayer pudimos reflexionar cómo, también para la defensa de nuestra democracia, es necesario un uso de la fuerza que actualmente se antoja como insuficiente para proteger régimen constitucionales ante desmedidos ataques (y no lo digo sólo por los trogloditas, que también); ayer vimos que el peligro es real, que la esencia de los sistemas democráticos se encuentra amenazada por un ejercicio desorbitado del poder que pone en tela de juicio los mecanismos de defensa constitucional, que cuestiona el respeto a la división de poderes, de un ejecutivo que pierde el norte de sus capacidades y competencias.

Por supuesto que la de ayer fue la imagen de una sociedad que aniquila sus libertades, como también hace casi dos años lo fue cuando, fletando autobuses y alentados por un gobierno saliente, rodeaban un parlamento el día de la investidura presidencial. ¿Qué no son comparables? Por supuesto. Ayer en apenas unas horas destrozaron dos siglos y medio de ejemplo democrático. Anarquía y violencia frente a un capitolio sin mecanismos de legítima defensa. Pero ni la de ayer, ni la de hace unos años son ejemplos de madurez democrática, de respeto constitucional, de un pueblo que lucha por su autoprotección frente al desvarío ideológico que últimamente asola a los gobernantes de medio mundo.

No sé que más me quedará por ver en este 2021, pero cuando, oyendo a Nadia Calviño, definía este curso como año pleno de cambios, me quedó la duda de si serían para bien o para definitivamente destrozar nuestros sistemas de derechos y libertades. Y encima, la borrasca Filomena…

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios