Los nuevos tiempos

César De Requesens

crequesens@gmail.com

Italia extrema

Los gobiernos que no gobiernan para todos generan estas respuestas de enmienda a la totalidad

La confirmación de los pronósticos sobre las elecciones italianas ha dejado un mapa electoral en Italia escindido entre los populismos extremos de un norte de derecha extrema y un sur al otro extremo. Si en el punto medio estuviera la virtud, Italia se sitúa del lado opuesto, a la vista de estos resultados que polarizan y tensan las cosas.

Este avanzar a bandazos entre los polos ideológicos, con unos gobernando para deshacer lo que hicieron otros, no suma fuerzas sino que debilita las naciones. Será que uno y otro, los del Movimiento Cinco Estrellas y los Hermanos de Italia, se necesitan mucho más de lo que ellos mismos creen pues serían la expresión de esa polarización que vivimos entre culturas progresista y conservadora que se niegan entre sí y hasta empiezan a generar lenguas distintas en este Babel absoluto en que está entrando el siglo XXI.

Saltan las alarmas de los demócratas en el resto de países del espacio europeo, con Hungría también escorada hacia la derecha cerril y con todos los partidos de la derecha dura (pero democrática, no se olvide, no son nada tontos no) en claro ascenso por doquier.

Espero que tomen nota. Porque los gobiernos que no gobiernan para todos (incluso para los que no son de su cuerda) generan estas respuestas de enmienda a la totalidad, populismos simplificadores por colorines y banderitas que más que solucionar dejan a su paso más problema.

La solidez de las instituciones se pone a prueba. Y esperemos que resistan este nuevo embate de los 'arreglalotodo' a golpe de eslogan y crear demonios siempre fuera de su esfera.

Hay muchos que confían en estas soluciones del todo a cien. Supongo que el hartazgo es el que vota en estos casos. Querer acelerar los cambios en exceso puede ser tan nocivo como no querer que haya cambio alguno.

En Italia han optado por volver a lo conocido después de un buen tiempo en que todo era avanzar en la aventura. Puede que sea una pausa pues en muchos reformistas a ultranza se percibe a veces su propia desorientación ante la falta de referencias que deja el cambio que no propone nuevos soportes donde sustentar las nuevas realidades que afloran.

Como en todo, habrá que esperar a que el ejercicio del poder desgaste las grandes palabras que han encendido a las masas. Es un aviso, y sonoro, del que hay que tomar buena nota.

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