Mi abuela decía que siempre había un roto para un descosido y aplicaba el refrán a todos los ámbitos. Se esmeraba por hacerme ver que el matiz estaba en el roto, no en el descosido. Que exista un iluminado no es extraño, ni raro, ni criticable, ni opinable; que exista una masa que siga ciega al iluminado, eso ya es harina de otro costal, expresión esta muy utilizada por ella y que hoy sonará a chino mandarín para una gran mayoría de jóvenes que siguen ciegos a los youtubers, mucho más sabios e interesantes, dónde va a parar, que cualquier conversación trasnochada con abuelos. Las costumbres cambian, como cambia un paisaje de vega fértil para convertirse en un llano asfixiado de moles de hormigón. Es el progreso, dicen. Y progresamos a pasos agigantados hacia la tontuna supina. "Salamanca es capital de algo, ¿verdad?", se pregunta ElMillor, un reconocido streamer. Y recurre a Wikipedia -de todos es sabido que se trata de una fuente seria donde las haya-, para ver de qué es capital Salamanca. "Capital de la provincia homónima [...] ¿Qué? ¿Hay una provincia que se llama Homónima en Castilla y León?". Tiene 27 años. La pubertad le queda muy lejos, por muy púber que se muestre. El matiz no está en el analfabeto que hace alarde de ignorancia, lo realmente peligroso es el hecho de que 770.000 personas pierdan su tiempo escuchándole, inconscientes de que es lo único que tienen y de que se evapora más rápido que la espuma, y permitan a este señor vivir a todo lujo en Andorra. En catalán millor significa "el mejor". En escoger lugar propicio para impuestos propicios, parece que sí es uno más de los mejores.

La pobre Stephanie Matto, influencer, está en el hospital. Hasta allí la ha llevado su estricta dieta de alubias, huevos duros, yogures y todo tipo de verduras favorables para la generación de gases. Stephanie embotella las ventosidades y las vende por mil euros un frasco embellecido con pétalos de rosa. Lo cuestionable en esta historia no es que haya decidido vender sus pedos por considerarlos "un importante nicho de ventas", dice, y que además esté convencida de que "la gente compra mis flatulencias porque tengo una gran personalidad… y también porque soy sexi". Lo terrorífico es la cantidad de compradores que la han hecho rica. Hace unos años ElMillor hubiese sido ejemplo de vergüenza ajena y la Matto como poco hubiera tenido terapia en alguno de esos manicomios que los expertos decidieron que no debían de existir, pues lo correcto era que los enfermos se integraran en la sociedad. Parece que no se integraron en la sociedad, sino que la sociedad como una ameba se ha fusionado con el disparate. Y ya fusionados, me planteo si no es adulterar el producto meter en el frasco de las ventosidades pétalos de rosa.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios