La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

Oasis andaluz

Aquí no se censuran las emociones, al contrario, se expanden con la buena voluntad y el diálogo por montera

Es de agradecer que Andalucía esté exenta de las tribulaciones que gastan políticos de mirada corta, paciencia escasa y ansia de poder ilimitada. No son tiempos para que lo peor de la política se interponga en la estabilidad que precisa el gobierno de un tiempo de crisis sanitaria y económica como el actual.

Aquí, de momento, los terremotos se limitan a movimientos sísmicos reales, de epicentro localizado en la Vega granadina, pero sin incidencia alguna en la normalidad política parlamentaria. Ese lío interesado de Sánchez y Arrimadas para, en nombre de cualquier excusa hiperbólica, inventada o exagerada razón, desvencijar el poder regional infiel al PSOE, no afecta al gobierno andaluz. JuanMa Moreno y Juan Marín, siembran beneficiosa estabilidad, dejando al filibusterismo sin ocasión de demostrar su peor cara. Al menos como para aspirar a derrocar al gobierno.

Aquí no se censuran las emociones, al contrario, se expanden con la buena voluntad y el diálogo por montera. Tampoco se emocionan con inviables censuras quienes aún se buscan en el tablero político y purgan su pena en su travesía del desierto. Porque no hallan número suficiente en el Hospital de las Cinco Llagas para iniciar ese vértigo que tanto gusta al postureo maquiavélico de Pedro e Iván. De ahí que no entren en el club madrileño-murciano de censuras, ni tampoco en el castellano-leonés. No será por falta de ganas, pero no está el PSOE andaluz como para aglutinar en torno a su historia reciente ningún consenso alrededor, ni decorar su currículo de EREs, Faffes, Isofotones y anexos, con policromías plurales a conveniencia del sanchismo monclovita.

Susana está de ruta y Espadas de enamoradiza espera. Ambos han decidido invertir el tiempo en su propio liderazgo y en intentar recuperar lo perdido por Susana Díaz. Aunque ello le suponga indisponerse con su, ahora, amado Pedro, otrora, no tanto. No tienen con quien sumar, para desgracia de Sánchez.

Tiempo que los andaluces nos ahorramos de perder trivializando con ombliguistas de derechas o de izquierdas, discutiendo sobre el color del cielo y el cansino calor de nuestros impulsos en vez de regalar a la eficacia, lo urgente, toda la disposición de nuestro tiempo.

Viendo lo que Sánchez y Arrimadas han soliviantado por territorios comanches al socialismo, la estabilidad que tenemos en este oasis andaluz hasta Despeñaperros, es la mejor opción para que gobernar no sea un fatigoso estadio que agrave nuestro presente y futuro.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios