La cruz verde

Vox ha adoptado el verde como su color, seguramente porque el azul estaba pillado y el negro ya no se lleva

En el Albaicín hay una placeta de la Cruz Verde. El nombre viene de la costumbre que tenía la Inquisición de colocar una cruz pintada de ese color allí donde celebraba sus autos de fe. De estos había varios tipos. A los llamados "autos generales" podía asistir el pueblo. A los "autillos", solo las personas convocadas por el tribunal. Tenemos en España muchas calles y plazas de la Cruz Verde: se ve que había afición a los autos y autillos.

La Inquisición pintaba sus cruces de verde como símbolo de misericordia y esperanza. Los acusados sin duda encontrarían esa elección cromática muy reconfortante. Vox ha adoptado también el verde como su color, seguramente porque el azul estaba pillado y el negro ya no se lleva. No creo que haya sido por lo de la misericordia y la esperanza. Tampoco por lo del ecologismo, porque muy ecologistas no son. El otro día se manifestaron por Granada y por otras ciudades y lo hicieron motorizados, esto es, montados en autos y autillos. También en autazos y motocicletas. Quizá querían homenajear a la Inquisición, o quizá echaban de menos la boina. A Vox le cuadraría llevar como logo una cruz verde. El logo recordaría a un insecticida de la posguerra, evitando así la confusión con los ecologistas.

Estos también van de verde, desde mucho antes de que existiera Vox, pero se manifiestan a pie o en bici. Así lo hicieron la otra tarde en la calle Palencia. Protestaban, junto con el vecindario del Zaidín, porque la Junta había empezado a cortar árboles en el llamado "Eje Arabial-Palencia". Si las fuerzas del Eje siguen avanzando dejarán una magnífica tabula rasa de cemento sobre la que gastar los dos millones de euros presupuestados.

Es comprensible que, con tanto gasto en talas de árboles, a la Junta le quede poco dinero para proyectos menos necesarios. Por ejemplo, su asignación para la Universidad de Granada baja este año 30 millones. Las universidades andaluzas recibirán, en conjunto, un 10% menos. Otra de las afectadas es la Pablo de Olavide. A Pablo de Olavide no le gustaría Vox. La Inquisición lo condenó a reclusión y destierro en un autillo celebrado el año 1778, entre otras cosas por dudar de la existencia del infierno. Quizá los de Vox hicieron rugir motores y tocaron el claxon para demostrar la existencia del infierno. Oí decir a una vecina que escuchaba la caravana desde lejos: "Estos fachas son una cruz". Sí: una cruz verde.

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