La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

La retoma

Hubo 5.000 votantes del PP en europeas que no quisieron votar a Sebastián Pérez alcalde

Onofre Miralles va a ser quien empuje a Luis Salvador a confirmarse como muleta salvadora de Sebastián Pérez o de Paco Cuenca, dada la necesidad de su imprescindible contribución verde, casi azul oscuro, a que el PP retome la alcaldía de Granada. De su nivel de exigencia programática, y de Juan Marín, va a depender que el pacto de San Telmo pueda ser reproducido en la Plaza del Carmen en versión JuanMa Moreno o en la más vintage Susana Díaz.

Salvador y su morfopsicología pueden elegir mirar hacia atrás con el espejo del recuerdo militante, o bien con el del conspicuo colaborador interesado más sebastianista. Que la retoma del PP llegue o no el 15 de junio es algo que depende de tres, aunque el Sr. Pérez ya ha dicho que sí, sin contar más que con él mismo. Lo de la lista más votada es un arpegio viejo que no aceptaron tocar antes los atónitos de hoy. Ahora deben bailar al son del hit progre aquel que tarareaban ufanas las izquierdas y olé, cuyo estribillo decía: "Gana quien gobierna, tirititran tran tran".

Para renovar la reconquistada vara de Cuenca, en su caso, han de acordarlo solo dos grupos, con el rencor herido que aportan a ese debate dos líderes pero excompañeros de partido, que es esa clase de enemigos que supera la barrera tradicional, aunque nunca se sabe cuánto ni hasta dónde porque la política combina capacidad de encaje y estómago amplio.

En ambos casos la llave la tiene el mismo Salvador, quien lejos de frustrarse por no llegar a las expectativas que él mismo se creó, lloradas sus lágrimas por el no sorpasso al PP, entre la soledad del dintel oscuro y su propia vanidad, se erige hoy como guardián de las esencias porque de su decisión depende si el próximo alcalde lo votan entre dos o se ha de acordar entre tres.

Será la yenka del próximo mes, la que evitará hablar de la victoria socialista capitalina 32 años después. Del peor resultado del PP y la pérdida de cuatro concejales respecto a 2015. De que la candidatura popular en las elecciones generales tuvo 7.500 votos más que la de Sebastián Pérez un mes más tarde. El baile de Paco, Sebas, Onofre y Luis evitará ver que hubo 5.000 votantes del PP en europeas que no quisieron votar a Sebastián Pérez alcalde. Será obviada así la indolencia y el pasotismo dirigente que ha dado lugar a la escisión popular en Granada capital. Preferirán acusar a los demás, en vez de preguntarse qué hicieron mal para dar lugar a eso. Desearán la retoma, pero para que no hablemos de su derrota.

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