El voto

Aquello de una persona un voto, paradigma democrático, es una utopía. El voto de cada uno de nosotros no vale igual

Al conocerse el resultado del referéndum para la salida del Reino Unido de la Unión Europea hubo algún articulista, mucho más sesudo que el que suscribe, que lanzó una idea sobre el valor de los votos emitidos y que acababan de sacar a los hijos de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte de la Unión Europea (bueno aún no sabemos si saldrán o no, pero eso es otra cuestión). Del análisis post-referéndum se deducía que los jóvenes habían votado en su mayoría por el no-brexit, mientras que las personas de mayor edad habían apoyado masivamente el brexit; y entonces se decía que aquello era una injusticia pues se estaba jugando con el futuro de los jóvenes. Y algunos llegaron a insinuar si se debiera introducir algún sistema de voto ponderado. ¿Con el criterio de la edad?

Me pareció una barbaridad, aunque reflexioné que realmente aquello de que una persona un voto, paradigma democrático, es una utopía. Entiéndase que quiero decir que el voto de cada uno de nosotros no vale lo mismo. Habrán visto la de análisis que aparecen ahora sobre los escaños de la España interior o la España vacía, y aquello que en Madrid se necesitan tantos votos para un escaño pero en Soria muchos menos; es decir que el voto de un habitante de Cuenca vale por cuatro o cinco del de Bilbao. O sea que de cierta manera el voto ya lo tenemos ponderado según nuestro lugar de residencia.

Yo, simplemente, doy el aviso ante la vorágine de las próximas elecciones generales y la campaña desesperada por el voto. Unos hacen una llamada por el voto útil, yo soy el voto más útil; otros avisan de que no olvidemos de votar, vaya a pasar como en el sur. Parece que en Andalucía no ganó la derecha sino que la siniestra susanista se quedó en casa.

En mi comunidad de vecinos voto por cuota de propiedad; en el Granada Club de Futbol voto por las acciones que tengo el honor de tener; en mi querida empresa, la UGR, los profesores doctores tenemos la mayoría de los votos ponderados de modo que mi voto creo que vale por el de unas cuantas decenas de estudiantes. Esos son ejemplos de voto ponderado de los que soy consciente. De lo que no estoy muy seguro es del valor ponderado o no ponderado de mi voto en las elecciones generales. Lo digo por la altura, pongan ustedes el nivel, que muestran los candidatos. Vale.

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