Resultado Granada CF-Cádiz

No podía ser tan fácil ascender

  • El conjunto de Diego Martínez iguala ante el Cádiz y desaprovecha la primera oportunidad para subir en un duelo con escasas ocasiones

  • El tanto de Aketxe silencia un estadio que estuvo muy cerca del lleno

La afición rojiblanca se llevó una decepción al no poder ascender en Los Cármenes.

La afición rojiblanca se llevó una decepción al no poder ascender en Los Cármenes. / Álex Cámara

Era demasiado bonito para ser verdad. En la historia del Granada CF conseguir un ascenso con dos jornadas de antelación no había ocurrido jamás y lograrlo habría sido un punto de inflexión en la trayectoria de una entidad que tiene que sufrir para conseguir sus objetivos. Le quedaban tres balas para ascender y se consumió una, pero al menos sumó un punto que le hace acercarse a Primera un poco más. El sabor amargo de no ascender en un abarrotado Los Cármenes no debe hundir ni a los jugadores ni mucho menos a la afición, pese a que el ambiente era el de las grandes citas pero quizá, el exceso de euforia hizo más daño del necesario. Se empató una batalla pero quedan dos más en las que basta con sumar dos puntos. Que no cunda el pánico.

Mal partido

No fue, ni mucho menos, el mejor partido de los rojiblancos de la temporada. Las finales no se juegan, se ganan, y el conjunto de Diego Martínez tenía la primera oportunidad y ante su público. La máxima era mantener la concentración en todo momento, no entrar en guerras absurdas ni cometer errores de posicionamiento táctico. Un corsé que los nazaríes llevaron a su máxima expresión ante un Cádiz que, si algo le gusta, es aprovechar los errores de su rival.

Con 1-0, los de Diego Martínez trataron de hacer el partido que tantas veces han hecho esperando a su rival para salir a la contra

Pero el duelo no empezó muy bien para los de Álvaro Cervera, que al minuto y medio vio como Edu Ramos, uno de sus medioscentros, se lesionó en una acción fortuita. Todo aquello que había planteado el técnico visitante para la medular se le vino abajo. Aunque al final le salió bien, pues Álex Fernández tiene más criterio con el balón en los pies que Ramos y de hecho los gaditanos lo agradecieron sobre todo conforme fueron pasando los minutos. Aunque en cualquier caso, los amarillos no suelen estar cómodos con el balón en los pies, de ahí que los llevaron el peso del choque fueron los locales.

Sin ocasiones

Había mucha responsabilidad en el verde y eso se notaba en el juego de ambos contendientes, más pendientes de anular los puntos fuertes de su rival que de explotar sus propias virtudes. De ahí que no hubo excesivas ocasiones claras de peligro. La iniciativa la llevaron los de Martínez, con Montoro queriendo imponer el ritmo pero costaba conectar con los medias puntas. Suele ocurrir en un partido de tanta igualdad que la diferencia la marquen los pequeños detalles y la estrategia. Y así llegó el tanto que abrió el marcador.

Estalla Los Cármenes

Fue por medio de un saque de esquina botado, como no podía ser de otra manera, por Álvaro Vadillo. El gaditano centró al segundo palo, donde se elevó Rodri para devolver el cuero al primero pero en dirección a portería, no llegó nadie y tras tocar el poste se alojó en la portería de Cifuentes. Los cadistas reclamaron, y con razón, falta de Antonio Puertas a Lekic que fue agarrado cuando quiso despejar pero Pulido Santana no lo apreció y concedió el gol para el júbilo de los más de 18.000 seguidores que se dieron cita en la instalación del Zaidín.

Un remate de Adrián Ramos fue el único acercamiento peligroso de los rojiblancos en la segunda mitad. Un remate de Adrián Ramos fue el único acercamiento peligroso de los rojiblancos en la segunda mitad.

Un remate de Adrián Ramos fue el único acercamiento peligroso de los rojiblancos en la segunda mitad. / Álex Cámara

No podía ponerse el choque más de cara pero los rojiblancos no se encontraban cómodos sobre el terreno de juego. La presión gaditana le impedía tener continuidad en el juego y sin ella, Vico y Puertas deambulaban por el campo sin poder asociarse. Tampoco es que el Cádiz expusiera mucho, fiel al estilo de su técnico, por lo que el resto del primer tiempo discurrió sin que apenas pasara nada en ambas áreas.

Mal arranque

Pero si regular fue la primera mitad, mucho peor fue la segunda para los de Diego Martínez. El balón duraba muy poco en las botas de los rojiblancos, lo que fue aprovechado por los cadistas para ir metiendo poco a poco al Granada CF en su campo. La ansiedad por todo lo que estaba en juego comenzó a pesar y dar dos pases seguidos era prácticamente imposible. Los extremos no recibían un balón en banda con ventaja y sin abrir el campo la segunda línea apenas participaba. En la construcción Alberto Martín era invisible y Montoro no era suficiente para asumir toda la responsabilidad del juego local con excesivo tráfico por dentro.

Artillería

Viendo el poco peligro que generaban los rojiblancos, Cervera tomó la decisión de sacar toda su artillería. En un primer momento con la entrada de David Querol en punta por Lekic, pero fue la presencia de Aketxe la que le dio otro aire al Cádiz. El talentoso mediapunta vasco quiso el balón, se asoció pero lo suyo son las faltas o los disparos desde fuera del área. Ya lo ha demostrado esta campaña y con un impresionante zurdazo tras recortar a su par en la zona derecha silenció Los Cármenes salvo una pequeña esquina. Su enorme golpeo sorprendió a Rui Silva.

Jarro de agua fría

La reacción del público no podía ser otra que levantar al equipo porque quedaba más de un cuarto de hora y la ilusión seguía en todo lo alto. Pero el juego de los de Diego Martínez no invitaba al optimismo. Tan sólo una contra liderada por Antonio Puertas que le puso muchas ganas pero tuvo poco acierto que culminó Adrián Ramos, fue el único acercamiento de un Granada CF demasiado nervioso y responsabilizado por tener el ascenso a tiro de un gol. Pero el tanto realmente se veía muy lejano pues la pólvora estaba mojada. La desilusión se apoderó de la afición granadina con el pitido final pero, como dijo el técnico vigués en rueda de prensa, “no se puede perder lo que no se tiene”.

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