Entrevista

Alfonso Gil Bracero: "El Carmen de los Mártires siempre me ha sugerido mucho misterio y mucha magia"

  • El que fuera productor de televisión y profesor de Comunicación Audiovisual en la UGR se lanza a la literatura con su primera novela

Alfonso Gil Bracero posa para la entrevista.

Alfonso Gil Bracero posa para la entrevista. / A. C.

Alfonso Gil Bracero nació en Estepona en 1957 pero lleva viviendo en Granada desde 1969. Es en Granada donde se licenció en Filología Hispánica y en Pedagogía. Es autor de dos guiones de largometraje, varios cortometrajes y algunos relatos breves publicados en la prensa local. Durante más de 30 años ha desarrolla su labor como productor de televisión en Canal Sur y ha sido profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Granada. Los Avanzados de Ahabul (Círculo Rojo) es su primera novela.

-Leyendo su novela uno tiene la sensación de que la fantasía y la imaginación se han desbordado en su cabeza.

-Es cierto que he usado la imaginación sin plantearme límite alguno, salvo el que cualquier historia de este género ha de cumplir para ser verosímil, es decir: todos los recursos imaginados han de tener coherencia a lo largo del relato. Por lo tanto, por muy descabellada que sea una historia, si se desarrolla siempre dentro de la lógica establecida desde el principio, el lector aceptará como creíble lo que se le está contando.

¿Cuál ha sido su pretensión al escribirla?

-Me planteé un reto: desarrollar una narración dentro de un género que no había visitado apenas, incluso ni como lector. Y al final he salido bastante satisfecho de la apuesta que me hice. Creo sinceramente que ha quedado bastante digna.

-Antes de seguir creo que tiene que explicar que el campo de Ahabul estaba en donde está el Carmen de los Mártires. ¿Sientes que es un lugar especial?

-Así es. El campo de Ahabul era el sitio que los musulmanes granadinos llamaban a las siete hectáreas que hoy ocupa el Carmen de los Mártires. Y el Carmen siempre ha tenido para mí un atractivo especial, porque me sugiere escenas de misterio y magia; por su ajetreada historia, llena de etapas doradas y otras de decadencia o ruina; por los peculiares personajes que lo habitaron, algunos nos regalaron los más excelsos versos místicos o sirvieron para que escritores de la talla de Valle Inclán lo tuvieran como referencia para diseñar su propio personaje, como es el caso de su Marqués de Bradomín, perfilado a raíz de Carlos María Calderón y Vasco, uno de los dueños que tuvo el Carmen. Estos dos y otros están presentes en la novela.

-En ella hay mucho de Granada, de La Alpujarra, de la Alhambra, de algunas calles de Granada, del Realejo…

-Granada es una ciudad con muchos siglos de historia, es milenaria. Por todos los rincones ese pasado aflora. Yo no participo de la literatura localista o de la fácil exaltación de la aldea propia, no… Yo centro la narración en decorados naturales de Granada, porque esos decorados están enclavados en la historia que quería contar… No he hecho una historia para ensalzarlos sino porque necesitaba ponerlos como fondo de la acción al ser testigos de los hechos. Sí, es verdad, se podría hacer un itinerario capitalino con los espacios donde se desarrolla la trama.

-Hay mucho de Granada, pero también del mundo fantástico de Tolkien.

-Claro, tratándose de literatura fantástica, esos elementos discursivos son comunes a los que nos sumergimos en el género. Yo, incluso, podría decir que -salvando todas distancias y el talento- y sin habérmelo planteado desde el inicio de la escritura de Los Avanzados de Alhadul también he construido un mundo con lugares, personajes y facultades singulares, desarrollados exprofeso para esta historia. Incluso estoy convencido que no podía haberlo hecho de otra manera. Bueno, claro está, otra cuestión es si lo he conseguido o ha sido eficaz esa construcción.

-Dice en el subtítulo que una fantasía regulada por la ciencia y alentada por los sentimientos.

-Sí, quería dejar claro que al margen de las licencias que la fantasía me ha permitido, hay en la narración alusiones a distintas cuestiones que, al menos, tienen una apoyatura científica. Cuando hablo de “estratopausa” no me invento nada, existe…en esta capa atmosférica la temperatura aumenta con la altitud, al contrario de lo que ocurre en las capas superior e inferior. Cuando hablo de que con la proteína que constituye la seda (fibroína) se fabrican armazones donde sembrar células madre que reconstruyan tejido óseo o piel, pues es verdad...por ejemplo en odontología, o en biotecnología tisular; cuando hablo del sistema de ciertos parásitos que controlan la mente de sus víctimas, como sucede en la novela con las ratas o con las liebres… Todas estas cuestiones tienen un basamento científico. Respecto a los sentimientos, en Los Avanzados de Ahabul hay extraordinarias historias de amor. Y algunas de ellas resisten a lo largo de los siglos, son casi milenarias.

-Me ha gustado la descripción del Carmen de los Mártires y la historia de cuando estuvo allí San Juan de la Cruz.

-Juan de la Cruz estuvo en el Carmen desde 1582 a 1588. Fue el primer prior del convento de los carmelitas descalzos. Ayudó en la construcción del convento y del acueducto. Y en el Carmen escribió y reescribió buena parte de su producción. Conoció a una viuda que se prendó de él, aunque no la correspondió, pero le dedicó su Llama de amor viva.

-Creo, a mi parecer, que otro de los puntos positivos de la novela es el traslado en el tiempo, los hace con cierta soltura.

-Sí que hay varios traslados temporales. Lo que conocemos como analepsis y prolepsis, es decir, dicho en roman paladino: vuelta al pasado y salto al futuro, respectivamente. Pero creo que he conseguido que el lector los asuma sin ninguna dificultad. Me gusta el recurso de jugar con el tiempo como elemento destacado en la estructura de la narración.

-También hay una historia de amor y suspense. Ingredientes básicos para que un texto funciones.

-Hay suspense, hay aventura, amor… Lo que no hay es ni violencia ni escenas de sexo, que quizá venden más. No obstante, me propuse con esta historia que fuera bastante transversal, que lectores de distintas edades y distintas sensibilidades lo pudieran leer sin que se sintieran molestos o embarazosos con algunas de las situaciones de la historia.

-Esta ha sido tu primera obra publicada. ¿Tiene pensado otras?

-Tengo otra escrita, pero inédita. Ahora acabo de empezar la segunda parte de Los Avanzados de Ahabul. Ya veremos adónde me lleva.

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