Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

Díaz contados

Ejercita tres virtudes capitales: el perfecto conocimiento de la relojería del partido, el BOJA y el presupuesto

Nadie burla al destino. Tampoco Susana Díaz. Su biografía hace buena la oración, que abrevio, de Mahatma Gandhi: "Cuida tus palabras porque se transformarán en actos. Cuida tus actos, porque se harán costumbre. Cuida tus costumbres, porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter, porque formará tu destino. Y tu destino será tu vida".. La presidenta de la Junta llegó al cargo ungida por José Antonio Griñán, su antecesor, se protegió promocionando a algunos compañeros de las juventudes Socialistas sin otro historial laboral que el ligado al PSOE o a las instituciones y empezó a ejercitar tres virtudes capitales: el perfecto conocimiento de la relojería del partido, el BOJA y el presupuesto. Esas armas le permitieron conseguir adhesiones inquebrantables y una sucesión de éxitos inmediatos que abrigaban futuros desastres. Ganó elecciones perdiendo cada vez más votos; ignoró, como sus asesores, las consecuencias de las revueltas iniciadas el 15-M que alejaron a los jóvenes del Partido Socialista; pactó con la nueva derecha que supone Ciudadanos en Andalucía; dirigió la lapidación de Pedro Sánchez cuando se atrevió a tomar decisiones que no compartía; obligó a los parlamentarios socialistas a abstenerse para permitir el Gobierno en España de la vieja derecha y colocó al partido en el 17% en las encuestas, su mínimo histórico.

El desgaste ha sido brutal, hasta el punto de que se multiplican quienes piensan que ahora mismo perdería por abrumadora minoría unas primarias para ocupar la jefatura nacional del PSOE y tampoco ganaría unas elecciones en Andalucía. En esta encrucijada sólo se abre un camino: eternizar la gestora, dejar al partido huérfano de secretario general durante nueve o más meses, algo nunca visto, al menos, desde la Transición, y aprovechar ese tiempo para aumentar el castigo, destruir por completo la imagen de Pedro Sánchez y purgar a sus aliados. Pero eso conlleva un riesgo, el de expulsar definitivamente a la militancia que expresa masivamente en las redes su descontento con las élites, que firma y se manifiesta a favor de la celebración de primarias y de un congreso que restituya la normalidad y la legalidad estatutaria. La rebelión que se avecina en el conjunto del Estado es de tal magnitud que, en provincias como Granada, la desafían socialistas históricos, incluidos José Antonio Pérez Tapias, el alcalde de Jun o el mismísimo secretario de la capital. ¡Insólito! Cada decisión, cada triunfo del carácter, la acerca más a su destino. Si Susana no afloja la mano, el PSOE tiene los Díaz contados.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios