El Ayuntamiento de Granada y el resto de instituciones (ahora que somos muy mejores amigos) constituirán pasado mañana lunes la comisión encargada de elaborar la candidatura con la que optar a la capitalidad institucional de la inteligencia artificial en este país que, a veces, tiene tan poca inteligencia colectiva.

Todo en Granada es igual. Optamos a ser el sumun de la inteligencia artificial, esa que nos mandará al carajo en cuando tome conciencia de sí misma, sin avanzar en lo básico.

Qué más da que se vaya la luz en el distrito Norte de la ciudad dos o tres veces cada día, si podemos ser líderes mundiales de algo.

Qué más da que no tengamos comunicaciones dignas de un país civilizado del tercer milenio si somos los primeros en áreas técnicas en las que la UGR destaca.

Qué más da que el centro de la ciudad no tenga buena cobertura móvil (es más cierto que los toros de Castril) ni las empresas ni los hogares de esa zona dispongan de fibra óptica (a estas alturas de la película) si podemos hacernos una foto que haga que parezca que hacemos algo.

Las telefónicas no han podido cablear el centro por ridículas protecciones que han llevado a empresas a desechar sus planes de mejora en al zona. Y digo ridículas porque se impide abrir una zanja para cablear una calle pero se permiten nuevos adefesios o rehabilitaciones incomprensibles. En esta Granada en la que uno o dos dedos divinos deciden (casi siempre en la sombra) si puedes prosperar o debes inmolarte en la siguiente salida del sol, prosperar es posible solo si eres un héroe y muy paciente. Son las mismas telefónicas que no dotan de cobertura suficiente a las pocas antenas que pueden instalar insuficiente capacidad para soportar una demanda de datos de una ciudad turística. Pero queremos ser campeones tecnológicos.

Lo de comenzar la casa por el tejado mola. Es similar a construir sin cimientos.

La UGR supone un gran pilote para sostener el artificio necesario y posible de una Granada tecnológica. Pero no es suficiente sin una verdadera igualdad entre barrios, entre comarcas; sin un progreso tecnológico para todos; sin cobertura móvil en pleno centro; o sin un acceso a la educación, la innovación y el progreso para todos.

Está genial a ser campeones mundiales de la inteligencia artificial pero sin lo básico, es puro farfolleo. Más o menos, cómo todo en Granada. Más o menos como siempre en Granada.