"¿Cómo se harán clases de 15 alumnos? ¿Será rotatorio? ¿Y las salidas y entradas? ¿Cómo se guardará la distancia de seguridad? ¿Cómo se hará en el recreo?”. Rafael Artacho, director del IES Manjón devuelve una retahíla de preguntas cuando se le inquiere cómo cree que comenzará el próximo curso. Se sabe que en éste los 201.342 matriculados en Granada en las distintas etapas no universitarias (desde primer ciclo de Infantil a Educación de Adultos) no retomarán las clases presenciales y, como el director del IES Padre Manjón de Granada reconoce, no se sabe nada de cómo será el 2020/2021. El consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, habló de “normalidad”. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, secundó esa intención añadiéndole la coletilla de "entre comillas", pero no avanzó en cómo será esa “normalidad”. Moreno dijo ayer que ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una reunión específica para hablar de educación.
“Ahora mismo en ERTE por la situación que vivimos, o sea que tengo disponibilidad completa”, se lee en el anuncio de una joven que busca trabajo como canguro
El pasado 14 de marzo, el decreto de estado de alarma hizo que los miles de docentes granadinos tuvieran que apañarse “con lo que tenían más a mano” primero para mantener el contacto con el alumnado, después para evaluar el segundo trimestre truncado por el coronavirus y ya en el tercero incluso para avanzar en los aspectos más importantes del currículo previsto.
Miguel González Dengra, director del IES Mariana Pineda de la capital, reconoce que ve septiembre con “incertidumbre”. Confía en poder regresar “más o menos en condiciones normales”. También apunta a la necesidad de “adoptar medidas ante la posibilidad de ir a la docencia no presencial”, aunque el discurso desde la Consejería sea el de la vuelta a la rutina, aunque haya que extremar las medidas de higiene y cuidar de la distancia social, los dos únicos aspectos mencionados ayer por el presidente de la Junta, que no mencionó en su intervención si se harán obras o cambios en las infraestructuras, aunque negó que se vayan a emplear para el próximo curso más prefabricadas o barracones.
“En la docencia por presencial muchos docentes se han autoformado”, indica González Dengra, que también hace hincapié en que los centros no tienen capacidad para que todos los docentes trabajen de forma simultánea en la red. “Conectarnos todos sería imposible”, indica sobre su centro. “Y si hay un grupo presencial de quince, está el tema de cómo atender a la vez a los que están en su casa”. Por último, apunta a que “todo es dinero y recursos materiales”.
Ya hay centros que se ofrecen para preparar Selectividad en grupos de “cuatro o cinco” personas, de forma presencial
Las familias, por su parte, ven con preocupación la progresiva vuelta a la rutina laboral y el estancamiento del regreso a los centros educativos. Los hay que recurren a la familia, y otros buscan canguro. Crece la oferta de cuidadoras (“Ahora mismo en ERTE por la situación que vivimos, o sea que tengo disponibilidad completa”, se lee en un anuncio publicado en internet) y la demanda de las familias, que incluso plantean compartir canguro, y gastos. “Mientras la mamá teletrabaja estar con mi hijo”, reza otro reclamo.
Otra pata es la de la formación en academias, que podrá retomarse a partir de la fase 2. Ya hay centros que se ofrecen para preparar Selectividad en grupos de “cuatro o cinco” personas, de forma presencial. Este recurso será para el que pueda pagárselo y puede que, quizá, la brecha digital deje paso a otra.
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